La morada de Dios III

Lecciones del camino de Dios en Jueces vs el camino del hombre en Reyes                

Día 4—Fiesta de Tabernáculos 2022

Fred R. Coulter—Octubre 13, 2022

www.laVerdaddeDios.org

 


¡Saludos hermanos! ¡Bienvenidos al Día 4 de la Fiesta de Tabernáculos!

 

¿En dónde se encuentra la declaración más corta y concisa de Dios y de Cristo acerca de Su plan? ¡El Milenio, como sabemos, es una gran parte de él!

 

Es bueno que estemos repasando la historia y viendo cómo el pueblo de Israel realmente no se sometía a Dios. Es por eso por lo que Cristo vino, y llegaremos a esa parte más tarde.

 

Vayamos a leer las palabras de Jesús, escritas en primera persona, acerca del propósito del plan de Dios; porque está resumido aquí en Juan 17. ¡Esta es una oración asombrosa! ¡Esta es la Oración del Señor! La oración que leemos en Mateo 6 no es la Oración del Señor, sino una guía acerca de cómo debemos de orar a Dios.

 

Juan 17 es la Oración del Señor, Su oración justo antes de que Él fuera arrestado, y llevado a medianoche para comenzar el calvario que llevaría a Su crucifixión. Cuando uno lee estas palabras, es increíble cómo Juan las escribió. Cristo se las tuvo que haber dado después. Juan estaba con Cristo junto con Pedro y Santiago, cuando Jesús oró en el Jardín de Getsemaní. Esta es Su oración, pero no creo que Juan haya estado lo suficientemente cerca para escuchar la oración completa.

 

Así que, Dios se la dio a él para que pudiera estar en el Evangelio de Juan, para que nosotros la tuviéramos; para darnos inspiración y esperanza. Entendemos que nuestro llamamiento es tan bueno, tan grandioso, ¡tan maravilloso! Y aun así, el hecho de que vivimos en este mundo que está tan pervertido y con todo al revés, hace que sea un realmente un reto mantener nuestra perspectiva, compromiso y todo lo que es necesario para que entremos en el Reino de Dios. Para que podamos estar en la primera resurrección y regresemos con Cristo a la tierra y reinemos en la tierra y ayudemos a traer ¡la gran cosecha de Dios!

 

 Una cosa que caracterizaba a Jesucristo es que Su mente estaba siempre puesta en el plan de Dios y en cómo Dios iba a llevar a cabo Su plan.

 

Juan 17:13: “Pero ahora vengo a Ti; y estas cosas estoy hablando mientras aún en el mundo, para que puedan tener Mi gozo cumplido en ellos.”

 

¿Cuándo va a venir ese gozo? ¡En la resurrección! Recuerden Mateo 25 acerca de los talentos que fueron dados y de las ganancias producidas. ¿Qué dijo Jesús? Bien hecho siervo bueno y fiel, ¡entra en el gozo del Señor! ¡Jesús nos dijo que Él había vencido al mundo! ¡Sin embargo, estamos en el mundo! Él dijo que en el mundo tendremos tribulación, eso significa que las cosas serán difíciles.

 

Él le dijo también a Pedro que ¡con dificultad pueden entrar los justos en el Reino de Dios! ¿Por qué? ¡Debido a todas las cosas que suceden en el mundo y en nuestras vidas!

 

Verso 14: “Les he dado Tus palabras...”

 

Esto es algo maravilloso, nosotros tenemos todas las palabras de Dios, ¡la Biblia entera! Piensen en cómo ha sido a través de la historia remontándonos hasta el tiempo de Abraham.

 

Incluso cuando Abraham se sometió a Dios, y obedeció Su voz y guardó Sus leyes, estatutos y mandamientos—por lo tanto, el pacto fue pasado a Isaac y él fue obediente a Dios—ese era sólo el comienzo de la nación de Israel. ¡Ahora Dios está construyendo Su nación espiritual a través de Jesucristo! Así que, esto es en lo que Jesucristo estaba enfocado.

 

“…y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, así como Yo no soy del mundo. No oro que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno.” (Versos 14-15).

¡Esto es por lo que la oración y el estudio son necesarios todos los días!

 

Un comentario acerca de estudiar la Biblia: Cuando leemos acerca de las siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3, podemos ver que Satanás está tras todas ellas. ¡Esto es por lo que necesitamos a Cristo y mantener siempre arriba nuestra guardia!

 

Verso 16: “No son del mundo, así como Yo no soy del mundo. Santifícalos en Tú verdad…” (Versos 16-17). ¡Para hacernos santos! Ese es el propósito de:

 

·             Las experiencias por las que pasamos

·             Las pruebas que atravesamos

·             Los éxitos que disfrutamos

 

¡Para que seamos santificados en la Verdad de Dios!

 

“…Tu Palabra… [Jesús dijo del Padre]… es la Verdad” (Verso 17).

 

Siempre recuerden que ¡cada palabra que Jesús habló era lo que el Padre quería que dijera!

 

Verso 18: “Así como Me enviaste al mundo, Yo también los he enviado al mundo… [Y henos aquí más de 1900 años después]… Y por amor a ellos Me santifico a Mí mismo, para que ellos también puedan ser santificados en  verdad.” (Versos 18-19).

 

Cada uno de nosotros desde el tiempo de Cristo hasta Su regreso y hasta el tiempo de la resurrección. Uno no puede ser hecho santo si no estudia la Palabra de Dios. Uno no puede ser espiritual a menos de que tenga el Espíritu de Dios.

 

¡Esto también tiene que ver con un lugar en donde habite Dios! ¡Dios quiere vivir con Su pueblo!

 

Verso 20: “No oro por éstos solamente, sino también por aquellos que creerán en Mí a través de su palabra.”

 

Esto es por lo cual todos los ancianos, maestros, ministros, etcétera, ¡deben de enseñar la Verdad de Dios! Para que todos los hermanos—a través del Espíritu de Dios, a través de la Palabra de Dios— ¡puedan ser santificados y preparados para la resurrección!

 

Aquí está lo que Jesús oró, y esto ocurrirá, pero tenemos que rendirnos ante Dios:

 

Verso 21: “Que todos ellos puedan ser uno; así como Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti; que ellos también puedan ser uno en Nosotros…”

 

¿Recuerdan en dónde empezamos? ¡La Familia en el cielo y en la tierra!

 

“…para que el mundo pueda creer que Tú sí Me enviaste.” (Verso 21).

 

La única voz que estará predicando allá afuera realmente de la manera en la cual debe de ser, es la voz de las Iglesias de Dios. ¡Nosotros necesitamos tener el Espíritu de Dios y de Verdad para explicarle al mundo lo que está pasando!

 

Actualmente el mundo está bajo el dominio de Satanás el diablo y eso hace que las cosas sean más difíciles; para que nosotros hagamos lo que necesitamos hacer. ¡Pero necesitamos permanecer fieles!

 

Verso 22: “Y Yo les he dado la gloria que Me diste… [Se refiere a cuando recibimos el Espíritu Santo]…” Eso es lo importante:

 

·             Tener el Espíritu de Dios

·             Ser santificados por la Palabra de Dios

·             Ser hechos santos a través de la Verdad

·             Ser preparados para la resurrección

 

¡Para que podamos gobernar y reinar con Cristo! ¡De eso se trata la Fiesta de Tabernáculos! ¿Cómo va a llevar a cabo Dios todo esto?

 

“…para que puedan ser uno, en la misma forma que Nosotros somos uno.” (Verso 22).

 

·             En amor

·             En Verdad

·             En gozo

·             En felicidad

·             En entendimiento

·             En todo deseo grandioso y bueno en la vida

 

Todo esto será magnificado cuando seamos resucitados, a tal grado que será como Jesús dijo, ‘¡Entren en el gozo del Señor!’

 

Noten que todo gira en torno a esto, todo lo que está en la Biblia justo aquí:

 

Verso 23: “Yo en ellos…”

 

Pablo escribió que, si alguien no tiene el Espíritu de Dios, ¡entonces no es de Él!

 

“…y Tú en Mí… [Necesitamos tener el Espíritu del Padre]…  para que puedan ser perfeccionados… [La perfección es un proceso]… en uno; y que el mundo pueda saber que Tú sí Me enviaste, y que los has amado como Me has amado.” (Verso 23).

 

¡Esa es una declaración asombrosa! ¿Cómo nos ha amado Dios? ¡Cristo voluntariamente vino y entregó Su vida en el sacrificio que Él hizo para que nosotros pudiéramos vivir! ¡Piensen en eso!

 

Ahora veamos una advertencia para nosotros que se encuentra en 1ª de Corintios 10, luego regresaremos y escudriñaremos un poco más del Antiguo Testamento; veremos como el pueblo de Israel se desviaba cada vez que no había un juez que fuera justo o un rey que fuera justo. Pablo sabía que nosotros atravesaríamos por todas estas cosas, así que él dice:

 

1ª Corintios 10:1: “Ahora, no quiero que sean ignorantes de esto, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube, y todos pasaron a través del mar. Y todos fueron bautizados hasta Moisés en la nube y en el mar. Y todos ellos comieron la misma carne espiritual. Y todos ellos bebieron la misma bebida espiritual… [La Palabra de Dios y la Verdad de Dios]… porque bebieron de la Roca espiritual que los seguía. Y esa Roca era Cristo. Pero con muchos de ellos Dios no estuvo complacido… [Hemos visto eso]… pues sus cuerpos muertos fueron esparcidos en el lugar desolado. Ahora, estas cosas llegaron a ser ejemplos para nosotros… [Esto es por lo que tenemos que estudiarlas y ver y aprender los ejemplos]… para que no podamos codiciar cosas malas, como ellos también codiciaron.” (Versos 1-6).

 

Verso 7: “Ni ser idólatras, como fueron algunos de ellos; como está escrito, “El pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a jugar.”

 

Tan pronto como les pareció que Dios no estaba cerca, entonces le hicieron caso a Satanás el diablo y a la carnalidad, y miren lo que pasó.

 

Verso 8: “Tampoco deberíamos cometer inmoralidad sexual, como algunos de ellos cometieron, y veintitrés mil fueron destruidos en un día.”

 

¡Uno pensaría que habrían aprendido la lección de eso!

 

Verso 9: “Tampoco deberíamos tentar a Cristo, como algunos de ellos también lo tentaron, y fueron muertos por serpientes.”

 

·             ¿Cómo tienta uno a Cristo? ¡Haciendo cosas paganas y satánicas en el nombre de Dios!

·             ¿En qué posición pone esto al mundo?

 

¡Ustedes dedúzcanlo!

 

          Verso 10: “Ni deberíamos quejarnos contra Dios, como también algunos de ellos se quejaron, y fueron muertos por el destructor. Ahora, todas estas cosas les sucedieron como ejemplos… [Por eso tenemos el Antiguo Testamento, para que nosotros podamos:

 

·             Aprender de ello

·             Ver los ejemplos

·             Saber cuáles son los mandamientos de Dios

 

¡Y luego en el Nuevo Testamento podemos aplicar todo esto espiritualmente!

 

“…y fueron escritas para nuestra exhortación, sobre quienes los fines de los siglos vienen.” (Verso 11).

 

¡Por eso estamos repasando esto durante la Fiesta de Tabernáculos!

 

Verso 12: “Por tanto, aquel que piense estar firme preste atención, no sea que caiga. Ninguna tentación ha venido sobre ustedes excepto lo que es común para la humanidad. Porque Dios, Quien es fiel, no les permitirá ser tentados más allá de lo que son capaces de soportar; sino que con la tentación, Él hará un camino de escape, para que puedan ser capaces de soportarla.” (Versos 12-13) ¡Por eso son tan importantes la oración y el estudio!

 

Regresemos a ver algunas cosas concernientes a lo que acabamos de leer. ¡Dios quería tener una morada!

 

Dios trajo a los israelitas al Monte Sinaí y Él sabía lo que iba a hacer ahí, Él iba a dar Su ley. Él habló los Diez Mandamientos y luego Él comenzó a darle todas las instrucciones a Moisés en cuanto a cómo hacer el tabernáculo y todo lo que estaría dentro de él. Lo que Él hizo, como lo hace siempre, es que Él le dijo el propósito por el cual Él quería que esto fuera hecho. Veremos qué fue lo que Dios Mismo dijo.

 

Éxodo 25:8 es el verso que nos dice todo lo que necesitamos saber acerca de por qué Dios hizo lo que hizo.

 

·             ¿Le creyó realmente la gente?

·             ¿Confiaron en Él? ¡No!

 

Incluso después de que Dios los sacó de Egipto; los alejó de todo lo que para ellos era el mundo que habían conocido, y los trajo a Él en el Monte Sinaí. Él habló los Diez Mandamientos a ellos, y les dio Sus leyes, estatutos (Éxodo 21-24) y los santificó y sello el pacto con ellos. ¿Todo esto con cuál propósito?

 

Éxodo 25:8: “Y que Me hagan un santuario, para que pueda vivir entre ellos.”

 

Actualmente lo tenemos: ¡habitando en nosotros! Entonces, en ese tiempo la morada estaba en donde estaba el tabernáculo. Así que, el tabernáculo fue hecho y completado. Vayamos ahora a Éxodo 40.

 

Moisés alistó todo, tenía todo preparado y listo para comenzar. Dios le mostró a todo Israel, ellos estaban reunidos alrededor para ver cómo sería el tabernáculo.

 

Éxodo 40:33: “Y él configuró la corte por todo el rededor del tabernáculo y el altar, y configuró la cortina de la puerta de la corte. Y Moisés terminó el trabajo.”

Ahora fíjense en lo que sucedió, y esto es algo que ocurrió de nuevo cuando el templo fue construido:

 

Verso 34: “Y la nube cubrió el tabernáculo de la congregación, y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.”

 

Dios puso Su presencia llamada ‘Shekhiná’ en el Lugar Santísimo, ¡justo ahí en el tabernáculo el cual acababan de terminar y de dedicar!

 

¡Todo el pueblo de Israel lo vio! ¡Qué cosa tan maravillosa! Por un rato siguieron a Dios, pero luego empezaron a alejarse de ahí, cuando ya se habían encargado de traer las ofrendas y todo lo demás (Números 1-8). Levítico describe cuando lo construyeron. Luego en el libro de Números encontramos la dedicación. El líder de cada tribu vino con una ofrenda especial y esta era dada a los Levitas, quienes usarían esas cosas para las ofrendas, incienso, y para todo lo necesario para que operara el tabernáculo.

 

Esto es algo importante acerca de la Pascua, porque sabemos que la Pascua es algo importante que hacemos referente a nuestra relación con Dios año con año. Además, es el evento que inicia la secuencia de las Fiestas Santas. Así fue con el pueblo de Israel. Tenían ya el tabernáculo instalado, los Levitas listos para comenzar, todo estaba ahí.

 

Números 9:1: “Y el SEÑOR habló a Moisés en el desierto de Sinaí, en el primer mes del segundo año después de que ellos habían salido de la tierra de Egipto, diciendo, ‘Que los hijos de Israel guarden también la Pascua en su tiempo señalado.’” (Versos 1-2).

 

Esa es la misma frase que es usada en Levítico 23 concerniente al sábado, la Pascua y todos los Días Santos. ¡Señalados por Dios en Su calendario!

 

Verso 3: “En el decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, entre la puesta de sol y la oscuridad ustedes la guardarán en su tiempo señalado. La guardarán de acuerdo con todos sus estatutos, y de acuerdo con todas las ceremonias de ella.” Y Moisés les dijo a los hijos de Israel que guardaran la Pascua.” (Versos 3-4). ¡Así que ellos lo hicieron!

 

Luego, como pueden ustedes leer en el libro de Números, cuando iban viajando se rebelaron contra Dios, ¡diez veces! Cuando llegó el tiempo para que ellos entraran en la ‘tierra prometida,’ ¡Dios los iba a introducir en la tierra prometida durante la Fiesta de Tabernáculos!

 

Números 14—Dios le dijo a Moisés que enviara exploradores a la ‘tierra prometida’ para que la inspeccionaran. ¡Ellos trajeron evidencia de cuán fantástica esta era! Las uvas eran tan grandes que tenían un racimo colgando de una vara la cual tenía que ser cargada sobre los hombros de dos personas.

 

Diez de los espías dijeron que ‘la gente de esa tierra era alta y que las ciudades estaban amuralladas, ‘simplemente no sabemos cómo vamos a hacer esto.’ Josué y Caleb dijeron, ‘¡No! ¡Dios va a pelear por nosotros!’

 

¡Pero ellos se rehusaron a escuchar! Así que, Dios les dijo, ‘¡No van a entrar!’ Ustedes van a estar 40 años vagando en el desierto hasta que toda persona mayor de 20 años muera. Una lección de esto para nosotros:

 

·             Debemos hacer lo que Dios dice

·             Debemos de creer lo que Dios dice

 

¡Ellos después entraron en la tierra y la conquistaron comenzando por Jericó! Cuando finalmente tuvieron conquistada toda la tierra ellos pusieron el tabernáculo en Silo. Después de que se asentaron en su tierra, el pueblo siguió a Josué y a los ancianos.

 

Por eso tenemos que entender que la generación que sigue ¡debe de ser enseñada lo que deben de hacer para no caer en la misma trampa! Ellos no estaban satisfechos. Los Israelitas no expulsaron a todas las personas de esa tierra como debieron de haberlo hecho. Entendamos también la importancia de aquel quien les está enseñando. Josué fue el primer juez.

 

Jueces 2:7: “Y el pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, quienes habían visto todas las grandes obras del SEÑOR que Él hizo por Israel. Y Josué el hijo de Nun, el siervo del Señor, murió, siendo de ciento diez años. Y lo enterraron en la frontera de su herencia… [Etcétera]… Y también toda esa generación fue reunida a sus padres…” (Versos 7-10).

 

Ahora mismo, aquí en la Iglesias de Dios estamos pasando por un cambio generacional. Por un lado, ¡tenemos a muchos de nosotros quienes hemos estado en la Iglesia por décadas!

 

·             Sabemos las cosas de Dios

·             Sabemos las leyes de Dios

·             Hemos guardado el Sábado

·             Hemos guardado la Pascua

·             Hemos guardado los Días Santos

 

¡Y luego viene una nueva generación! ¡Miren lo que ocurrió cuando Herbert Armstrong murió! Lo mismo que ocurrió aquí; los líderes y las personas se fueron tras Baal, ¡el dios sol! ¡Lo mismo!

 

Por eso es importante para nosotros repasar estas cosas y entender. Para la nueva generación que viene, nosotros tenemos que dejarles toda la Verdad, ¡todo por escrito y publicado y listo para usarse!

 

Necesitamos que los ministros que pasan esta transición a la nueva generación tengan el conocimiento, entendimiento y Verdad, de manera que puedan enseñarles, ¡para que no caigan en la trampa en la cual cayó el pueblo de Israel!

 

Verso 10: “Y también toda esa generación fue reunida a sus padres. Y allí se levantó otra generación tras ellos que no conocía al SEÑOR, ni siquiera las obras las cuales Él había hecho por Israel. Y los hijos de Israel hicieron lo malo a la vista del SEÑOR, y sirvieron a Baalim. Y abandonaron al SEÑOR Dios de sus padres, Quien los sacó de la tierra de Egipto. Y siguieron a otros dioses, incluso los dioses de los pueblos que estaban alrededor de ellos, y se inclinaron ellos mismos a ellos, y provocaron al SEÑOR a ira.” (Versos 10-12).

 

¿Sucedió eso con la Iglesia de Dios? ¡Sí, así fue! Así que, ¡es importante que los sepamos! Por eso tenemos que:

 

·             Conocer la Palabra de Dios

·             Creer la Palabra de Dios

·             Vivir por la Palabra de Dios

·             Enseñar la Palabra de Dios

·             Ser fieles y permanecer sometidos a Dios

 

¡Oramos para que la generación que viene sea suficientemente fuerte para realizar esta tarea!

 

Verso 13: “Y abandonaron al SEÑOR y sirvieron a Baal y Astarot. Y la ira del SEÑOR ardió contra Israel, y los entregó en la mano de saboteadores quienes los sabotearon. Y los vendió en la mano de sus enemigos por todo el rededor, para que no pudieran ya más estar de pie delante de sus enemigos. A dondequiera que salían, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, como el SEÑOR había dicho, y como el SEÑOR les había jurado. Y estuvieron angustiados en sobremanera. Sin embargo… [Porque Dios quiere continuar con Su Plan]… el SEÑOR levantó jueces…” (Versos 13-16).

 

·             Con los jueces que seguían a Dios, el pueblo de nuevo seguía a Dios

·             Con los jueces que no siguieron a Dios, el pueblo era malvado

 

¡Esto se prolongó hasta el tiempo de Samuel!

 

Samuel fue como Moisés en muchos sentidos, porque era el hijo de un sacerdote, dedicado a Dios desde que era un niño pequeño, y sirvió a Eli el sacerdote.

 

Pero Eli—quien era un sacerdote viejo—no detuvo a sus hijos de corromper cosas justo en el tabernáculo en Silo. Dios levantó a Samuel y cuando fue el tiempo adecuado le dijo a Samuel qué es lo que él iba a hacer, debido a los pecados de los hijos de Eli. Eli sabía que esto venia de Dios.

 

Los dos hijos de Eli—Ofni y Finees—estaban profanando los sacrificios que se hacían a Dios. ¡Luego vino el tiempo de pelear contra los Filisteos! Ellos salieron a pelear y fueron derrotados. Así que, dijeron, ‘Regresemos y tomemos el Arca de Dios y así Dios va a pelear por nosotros.’

 

Nosotros aprendemos una lección de esto, ¿qué fue lo que pasó? Recuerden que la profecía fue en contra de Eli, que él y sus dos hijos morirían en el mismo día. Eso se cumplió cuando sus hijos tomaron el Arca del Pacto y salieron a pelear una batalla ¡y no se habían arrepentido! ¡Ellos no habían cesado de hacer su maldad!

 

¿Qué hizo Dios? ¡Esta es una lección para todos nosotros! Lo hemos visto ocurrir en nuestro tiempo también. ¿Qué ocurrió? Dios hizo que los Filisteos ganaran y se llevaron el Arca cautiva y mataron a los dos hijos de Eli—Ofni y Finees—cuando el mensaje fue dado a Eli acerca de esto, él cayó hacia atrás y murió, cumpliendo así la profecía de que los tres morirían en un día.

 

Dios entonces dejó que los filisteos prácticamente destruyeran el tabernáculo y, por supuesto, Samuel escapó y continuó guiando al pueblo de Dios de la mejor manera que pudo. Nosotros aprenderemos algunas lecciones aquí. Todo esto es muy bueno.

 

Finalmente, después de lo que pasó con el Arca del Pacto, es muy interesante lo que ocurrió después. En tiempos de Sansón, él estuvo ahí y estuvo prisionero porque le dijo a la mujer que su fuerza residía en su cabello así que cuando fue cortado él quedó cautivo en el templo del dios Dagón. Toda la gente se reunía ahí porque ahí tenían el Arca. Luego Sansón oró a Dios para que le diera fuerza y pudiera derribar los dos pilares grandes del templo y destruir a todos quienes estaban ahí.

 

Luego el Arca fue tomada de ahí y terminó en Kiriath Jearim en donde estaba un Levita quien cuidó de ella hasta que David trajo el Arca a su propia casa.

 

¿Cómo fue que Israel tuvo un rey en lugar de un juez? Esto es algo importante. ¡Israel nunca, nunca, nunca aprendió la lección! Es difícil para las personas aprender la lección: ¡las personas quienes siguen a los líderes en lugar de a Dios nunca tienen éxito! Eso es lo que sucedió.

 

1ª Samuel 8:1: “Y sucedió cuando Samuel era viejo, que él hizo a sus hijos jueces sobre Israel. Y el nombre de su primogénito fue Joel, y el nombre de su segundo fue Abías, jueces en Beerseba. Sin embargo sus hijos…” (Versos 1-3).

 

¿Cuán común es esto? ¡La siguiente generación! Por eso todos nosotros en el ministerio estamos inquietos acerca de lo que va a suceder. Cuando haya un cambio de generación, y cuando llegue el tiempo en el que yo ya no esté aquí, entonces:

 

·             ¿Qué es lo que va a suceder?

·             ¿Los hermanos y las personas continuarán siguiendo a Dios?

·             ¿Se degenerará la siguiente generación?

 

No lo sabemos, ¡porque aún no ha ocurrido! Pero aquí hay un ejemplo:

 

Verso 3: “Sin embargo, sus hijos no caminaron en sus caminos, sino se apartaron tras ganancias deshonestas y tomaron sobornos y pervirtieron juicio.”

 

Ellos no aprendieron la lección de lo que les ocurrió a los hijos de Eli—Ofni y Finees—cuando ellos fueron asesinados debido a que tomaron el Arca esperando que Dios fuera a ganar la batalla por ellos, incluso cuando ellos no se habían arrepentido.

 

Verso 4: “Y todos los ancianos de Israel se reunieron ellos mismos y vinieron a Samuel a Ramá. Y le dijeron, “He aquí, eres viejo, y tus hijos no caminan en tus caminos. Ahora haznos un rey para juzgarnos como todas las naciones.”” (Versos 4-5).

 

¿Qué pasa cuando se tiene un liderazgo erróneo? ¿O un tipo de liderazgo diferente? Lo mismo. Siempre que el rey seguía a Dios, el pueblo seguía a Dios, ¡al menos la mayoría del tiempo!

 

Verso 6: “Pero la cosa fue mala a los ojos de Samuel cuando dijeron, “Danos un rey para juzgarnos.” Y Samuel oró al SEÑOR.”

 

Aquí está otra lección que podemos aprender: seamos cuidadosos con lo que pedimos, porque si no es lo adecuado, nos vamos a meter en problemas, ¡porque el Señor nos lo puede dar!

 

Verso 7: “Y el SEÑOR dijo a Samuel, “Oye a la voz del pueblo en todo lo que te dicen, porque no te han rechazado, sino Me han rechazado, que Yo no debería reinar sobre ellos.”

 

Piensen en eso por un minuto, ¡es una buena lección! Todos los ministros, todos los hermanos, todos nosotros juntos, necesitamos permanecer cerca a Dios y hacer lo que es correcto, no estar buscando algo diferente con la esperanza de que Dios lo haga justo. Veremos que en esta ocasión Dios no dejó que esta petición permaneciera como algo recto por mucho tiempo.

 

¿Qué ocurre cuando el líder peca? ¡Miren lo que ocurre en nuestro tiempo! Es algo que debemos de entender.

 

·             ¿Queremos que Dios reine sobre nosotros?

·             ¿Queremos nosotros mismos someternos a Dios?

 

Así que durante este tiempo de la Fiesta de Tabernáculos vamos a ver que nosotros también tendremos, en un menor grado, algunos de los mismos problemas con las personas a quienes vamos a servir y a gobernar; todas las personas tendrán libre albedrío. Eso no quiere decir que todos van a usarlo en la manera correcta, como veremos más tarde.

 

·             ¿Entonces qué haremos nosotros?

·             ¿Cómo nos encargamos de ello?

·             ¿Cómo es que la gente aprende?

 

Veamos qué es lo que Dios le dijo a Samuel:

 

Verso 8: “De acuerdo a todas las obras las cuales han hecho desde el día que los saqué de Egipto incluso hasta este día—obras con las cuales Me han abandonado y servido otros dioses—así ellos te hacen también a ti… [Vaya lección]… Y ahora oye a su voz. Únicamente, ciertamente les protestarás solemnemente, y les mostrarás la clase de rey que reinará sobre ellos.” Y Samuel dijo todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le pidió un rey.” (Versos 8-10)

 

Así que, así lo hizo Samuel, y Dios eligió a Saúl quien era alto, hombros y cabeza más arriba que los demás, y él fue hecho rey. Noten lo que Dios dijo en 1ª Samuel 10. Vayamos a ver acerca de Saúl; aprenderemos de acerca de su caída y luego echaremos un vistazo a David y Salomón. Lo que vemos es un patrón de obediencia y amor, y luego apostasía. Obediencia y amor, ¡y luego pecado y apostasía!

 

Incluso David mismo—un hombre conforme al corazón de Dios— ¡pecó severamente con Betsabé! Esta es otra lección que nosotros debemos de aprender hoy. Uno nunca puede traer justicia por medio del pecado. O, poniéndolo desde otra perspectiva: ¡nunca puede uno hacer que el pecado sea justicia! Uno debe de arrepentirse de su pecado y deshacerse de él.

 

(pase a la siguiente pista)

 

REY SAÚL:

 

¡Veamos a Saúl, el primer rey de Israel! ¿No hubiera sido agradable que él hubiera tenido éxito? Aquí hay otra lección: debido a que Dios nos ha elegido, lo cual Él ha hecho; Él nos ha elegido para que salgamos de este mundo y nos ha dado Su Santo Espíritu. Eso es verdadero y correcto, y nos usa para que hagamos lo que sea que Él quiere que hagamos. Pero nosotros no podemos ponernos satisfechos con nosotros mismos y comenzar a ir en contra de Dios pensando que aún así estamos haciendo la voluntad de Dios. Vemos que eso se repite una y otra vez.

 

Leamos lo que Samuel probablemente Samuel añadió a la Palabra de Dios concerniente a un rey. Dios quería que hubiera un sistema de jueces. Pero estas recomendaciones tuvieron que ser dadas porque ahora habría una sucesión de reyes. Sabemos que Samuel tal vez tuvo que poner esto, aunque suena a que pudo estar ahí antes de que estas cosas sucedieran, porque esos ancianos que vinieron a Samuel a pedirle un rey no mencionaron que estas Escrituras estuvieran ahí acerca de qué hacer cuando se tuviera un rey. Así que es muy evidente que Samuel lo escribió.

 

Deuteronomio 17:14: “Cuando vengan a la tierra la cual el SEÑOR su Dios les da, y la posean y vivan en ella y digan, ‘Colocaré un rey sobre mí, como todas las naciones que están alrededor mío.’”

 

¡Dios quería que su nación fuera diferente! Que fuera justa, para que el resto del mundo pudiera verlo, y quisieran imitarla. Recuerden, todo el propósito de Israel (Éxodo 19) era que todo el pueblo fuera al mundo como un reino de sacerdotes que les mostrara el camino de Dios.

 

Miren cuánto pone Dios en nuestras manos para que tomemos decisiones; para ver si vamos a elegir de acuerdo con la voluntad de Dios y tener Su bendición. O no vamos a hacer lo que Dios dice, ¡pero pensamos que estamos haciendo las cosas bien! Eso es lo que pasó con el rey Saúl.

 

Verso 15: “Ciertamente colocarán un rey sobre ustedes, a quien el SEÑOR su Dios escogerá. Colocarán un rey sobre ustedes de entre sus hermanos. No pueden colocar un extraño sobre ustedes quien no es su hermano. Únicamente él no multiplicará caballos… [Veremos más adelante lo que pasó con eso]… para sí mismo, ni hará a la gente regresar a Egipto…” (Versos 15-16).

 

Y eso no necesariamente significa regresar a vivir en Egipto, significa regresar a las prácticas de la religión egipcia.

 

“…para multiplicar caballos porque el SEÑOR les ha dicho, ‘No regresarán por ese camino otra vez.’ Ni multiplicará esposas para sí mismo… [Recuerden esto]… para que su corazón no se aparte. Ni multiplicará grandemente plata y oro para sí mismo. Y será, cuando se siente en el trono de su reino, escribirá para sí mismo una copia de esta ley en un libro de ese el cual está en la custodia de los sacerdotes los Levitas.” (Versos 16-18).

 

Aquí hay una lección para nosotros acerca de por qué tenemos que estudiar la Palabra de Dios. ¡Dios nunca quiso que hubiera una gran familia real que fuera intocable! Aquí vemos una instrucción directa para el futuro rey:

 

Verso 18: “Y será, cuando se siente en el trono de su reino, escribirá para sí mismo una copia de esta ley en un libro de ese el cual está en la custodia de los sacerdotes los Levitas.” — ¡Escribir la ley de Dios!

 

¡¿Cuántas cientos o tal vez miles de veces hemos escuchado acerca del estudio y oración?! ¡Estudio y oración! ¿Por qué necesitamos eso? Porque nosotros vamos a ser reyes y sacerdotes (Apocalipsis 20).

 

¿Cómo vamos a entrar al Reino y comenzar a gobernar si no le hemos mostrado a Dios que Le amamos, guardamos Sus mandamientos y que hacemos todo de acuerdo a Su Palabra? ¡Es lo mismo aquí con el rey!

 

Verso 19: “Y estará con él, y la leerá todos los días de su vida…”

·             ¿Por cuál razón?

·             ¿Por qué estudiamos y volvemos a estudiar? ¿Por qué estudiamos una y otra vez?

·             ¿Por qué estamos aquí en esta Fiesta de Tabernáculos repasando la secuencia de todo lo que sucedió con el pueblo de Israel y sus jueces y reyes?

 

¡Porque vamos a ser reyes y sacerdotes, como ya lo hemos visto, gobernando con Cristo! ¡Así que necesitamos aprender! Aquí está el por qué:

 

“…para que pueda aprender…” (Verso 19). ¿Recuerdan en dónde comenzamos?

 

Juan 6:45: “Está escrito en los profetas, ‘Y todos ellos serán enseñados por Dios.’…”

 

¿Cómo es que somos enseñados por Dios? ¡A través de Su Palabra! ¡Así era antes y así es hoy en día!

 

Deuteronomio 17:19: “para que pueda aprender a temer al SEÑOR su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para hacerlos.”

 

¡Por eso es importante! Aquí hay otra lección, de hecho, que continúa en el siguiente verso, la cual es que necesitamos mantener estas cosas en nuestra mente.

 

Quiero hacer referencia a nuestro folleto: ¿Es el Ministerio el Gobierno de Dios? Esto es lo que pasó en la Iglesia de Dios en Pasadena y en todos los demás lugares. Ellos no hicieron lo que dice aquí y tampoco siguieron las instrucciones, así que terminaron teniendo una jerarquía en donde se consideraba que cualquiera que hablara en contra de los ministros era malvado. 

 

Bueno, ¿qué pasa cuando alguien ve algo que algo que el ministro está haciendo no está bien y necesita ser corregido?

 

Verso 20: “Para que su corazón no pueda ser elevado sobre sus hermanos… [¿Qué ocurre cuando es así?]... y que no se desvíe del mandamiento, a la derecha o a la izquierda, a fin de que pueda prolongar sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.”

 

Muy buena lección, ¿no creen? ¡Así es! Luego podemos ver la dedicación de Saúl hecha por Samuel. Vayamos a leer esto.

 

1ª Samuel 10:18: “Y dijo a los hijos de Israel… [A toda la gente que estaba reunida para la coronación]… “Así dice el SEÑOR Dios de Israel. ‘Yo saqué a Israel de Egipto, y los salvé de la mano de los egipcios, y de la mano de todos los reinos de aquellos que los oprimían. Y en este día ustedes han rechazado a su Dios Quien los salvó Él mismo de todas sus calamidades y sus tribulaciones…”” (Versos 18-19).

 

Hay otra lección para nosotros. ¿Qué pasa cuando no tenemos fe en Dios? ¿Recuerdan lo que hemos dicho en nuestra oración modelo? ¡Hágase Tu voluntad! ¿Qué pasa si es la voluntad de Dios que tengamos una prueba y nosotros nos enojamos porque creemos que debemos de tener bendición? ¡Tal vez Dios quiere que tengamos una prueba antes de bendecirnos! ¡Él quiere ver qué es lo que hacemos cuando estamos siendo probados!

 

Verso 19: “Y en este día ustedes han rechazado a su Dios Quien los salvó Él mismo de todas sus calamidades y sus tribulaciones. Y Le han dicho, ‘Pero coloca un rey sobre nosotros.’ Y ahora preséntense ustedes mismos ante el SEÑOR por sus tribus y por sus miles.””

 

Verso 20: “Y cuando Samuel había hecho que todas las tribus de Israel se acercasen, la tribu de Benjamín fue tomada. Cuando él había hecho que la tribu de Benjamín se acercara por sus familias, la familia de Matri fue tomada, y Saúl el hijo de Quis fue tomado. Y ellos lo buscaron, pero no podían encontrarlo.” (Versos 20-21). Él se estaba escondiendo en algún lugar, pero finalmente fue encontrado.

 

Verso 24: “Y Samuel le dijo a todo el pueblo…”

 

Aquí está enfrente de todo el pueblo, el hombre más alto de los alrededores, probablemente muy bien parecido. Veremos que Saúl realmente tuvo la oportunidad de que le fuera bien, pero veremos qué fue lo que ocurrió.

 

“…“¿Ven ustedes a aquel quien el SEÑOR ha elegido, que no hay ninguno como él entre todo el pueblo?” Y todo el pueblo gritó, y dijo, “¡Larga vida al rey!” Entonces Samuel dijo al pueblo la manera del reino, y lo escribió en un libro y lo guardó delante del SEÑOR. Y Samuel despidió al pueblo, cada uno a su casa.” (Versos 24-25).

 

Veamos ahora el declive de Saúl, ¡es otra buena lección para nosotros! También podemos aprender otra gran lección de parte de Dios concerniente a cómo resuelve Él algunos problemas; tal vez algo por lo que estamos pasando o experimentando. A veces Dios espera un largo tiempo antes de resolverlo. Él a veces les da oportunidad a nuestros enemigos de que cambien su manera de ser, para que no tengan el juicio de Dios sobre ellos. Podemos encontrar en Jeremías 18 cómo Dios juzga a todas las naciones, lo cual significa al rey. Un ejemplo de esto lo vemos con lo que ocurrió en el libro de Daniel con el rey Nabucodonosor.

 

1ª Samuel 15:1: “Y Samuel le dijo a Saúl, “El SEÑOR me envió a ungirte para ser rey sobre Su pueblo, sobre Israel. Y ahora escucha a la voz de las palabras del SEÑOR.’” ¡Escúchenlas correcta y cuidadosamente!

 

Verso 2: “Así dice el SEÑOR de los ejércitos, ‘Castigaré a Amalec por eso que le hizo a Israel, como se colocó contra él en el camino cuando subió de Egipto.’” ¡Cerca de 400 años atrás!

 

Verso 3: “Ve ahora y golpea a Amalec, y destruye completamente todo lo que ellos tienen, y no los perdones. Sino mata hombre y mujer, infante y lactante, buey y oveja, camello y burro.’” ¡A todos!

 

Verso 4: “Y Saúl reunió al pueblo y los contó en Telaim, doscientos mil hombres de a pie y diez mil hombres de Judá. Y Saúl vino a una ciudad de Amalec y estaba en espera en el valle. Y Saúl dijo a los kenitas, ‘¡Váyanse! ¡Partan!’…” (Versos 4-6).  ¡Esta no es su batalla, váyanse!

 

Veamos qué hizo Saúl, pensando que él estaba haciendo la voluntad de Dios, pero él la modificó con sus propios pensamientos. Eso es algo interesante.

 

Verso 7: “Y Saúl golpeó a los amalecitas desde Havila, como va a Shur, lo cual está arriba a través de Egipto. Y él tomó vivo a Agag el rey de los amalecitas. Y completamente destruyó a todo el pueblo con el filo de la espada. Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag y lo mejor de las ovejas y de los bueyes y de los engordados y de los corderos, y todo lo que era bueno, y no los destruirían completamente. Pero todo lo que era vil y débil completamente destruyeron.” (Versos 7-9).

 

Verso 10: “Y la palabra del SEÑOR vino a Samuel diciendo, ‘Me arrepiento que he colocado a Saúl como rey, porque él se ha vuelto de seguirme y no ha ejecutado Mis mandamientos.’…” (Versos 10-11).

 

Piensen en eso, hermanos, piensen en eso con relación a donde estamos ahora, y cómo la Iglesia puede seguir adelante sirviendo a Dios en la manera que debe de ser, sometiéndose a Dios ¡y siendo fiel en toda la Palabra de Dios!

 

“…Y esto afligió a Samuel, y él clamó al SEÑOR toda la noche.” (Verso 11).

 

Verso 13: “Y Samuel fue a Saúl. Y Saúl le dijo, “Tú eres bendito del SEÑOR. He ejecutado el mandamiento del SEÑOR.” Y Samuel dijo, “Entonces ¿qué es este balido del rebaño en mis oídos? ¿Y qué es el sonido de la manada el cual escucho?” Y Saúl dijo…” (Versos 13-15).

 

·             ¿Quién era responsable?

·             Saúl como rey. ¿Le dijo Samuel a Saúl lo que él debía de hacer? ¡Sí!

 

“…‘Ellos…’” — ¡Culpando a alguien más!

 

Suena a lo que vemos actualmente en la política, y a todo nuestro alrededor. Toda la gente malvada que se encuentra a cargo, al ser descubiertos haciendo algo malo, apuntan a aquellos que son inocentes ¡y los acusan!

 

El pueblo sí lo hizo, pero la culpa recaía sobre Saúl, no sobre el pueblo, porque si él les hubiera ordenado que destruyeran todos los animales, lo hubieran hecho. Y él mismo debió de haber matado a Agag, el rey. ¡Pero no lo hizo!

 

Verso 15: “Y Saúl dijo, ‘Ellos los han traído de los amalecitas, porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de los bueyes para sacrificar al SEÑOR tu Dios…’”

 

¡Noten que no dice el Eterno nuestro Dios! ¿Puede uno hacer algo malo, traerlo ante Dios y esperar que sea aceptado en justicia por Dios? ¡Nunca ha sucedido!

 

“…Y el resto hemos destruido completamente.” Y Samuel le dijo a Saúl, “Espera y te diré lo que el SEÑOR me ha dicho esta noche.” Y él le dijo, “Habla.”” (Versos 15-16).

 

Ven por qué, hermanos, tenemos el Antiguo Testamento, y por qué Pablo escribió en 1ª Corintios 10 que todo esto es ejemplo para nosotros.

 

Saúl tenía buenas intenciones, pero él sabía cuál era el mandamiento de Dios. Uno no puede ir en contra de los mandamientos de Dios solamente porque uno es bien intencionado. ¡Sigue siendo pecado! Uno no puede hacer que Dios acepte eso. ¡Por eso debemos de cumplir con la Palabra de Dios!

 

Verso 17: “Y Samuel dijo, ‘Cuando tú eras pequeño en tu propia vista, ¿no llegaste a ser la cabeza de las tribus de Israel? Y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel. Y el SEÑOR te envió en el camino y dijo, ‘Ve y destruye completamente a los pecadores, los amalecitas, y pelea contra ellos hasta destruirlos.’ ¿Por qué entonces no obedeciste la voz del SEÑOR?... [Aquí podemos recordar estas tres palabras: ¡Obedece Mi Voz!]… ¿Por qué te lanzaste sobre el despojo e hiciste lo malo en la vista del SEÑOR?’” (Versos 17-19).

 

Verso 20: “Y Saúl dijo a Samuel, ‘Sí, he obedecido la voz del SEÑOR, y he ido en el camino el cual el SEÑOR me envió, y he traído a Agag el rey de Amalec, y he completamente destruido a los amalecitas. Pero el pueblo tomó del despojo, de los rebaños y la manada, lo mejor de las cosas dedicadas a destrucción, para sacrificar al SEÑOR tu Dios en Gilgal.’” (Versos 20-21). ¡Pero fue con buena intención!

 

Piensen en cómo se sintió el pueblo cuando Saúl les dijo que no los mataran, ‘tomémoslos como sacrificio para Dios.’ Ellos llevaban todas estas cosas buenas para darlas a Dios como sacrificio. Ellos creían que estaban haciendo lo correcto, ¡pero no era así!

 

Verso 22: “Y Samuel dijo, “¿Tiene el SEÑOR gran deleite en ofrendas quemadas y sacrificios como en obedecer la voz del SEÑOR? ...””

 

¿En dónde comenzamos este mensaje? ¡En Juan 17, con las palabras de Cristo!

 

“…He aquí, ¡obedecer es mejor que sacrificio! Prestar atención… [Escuchar y hacer]… es mejor que lo gordo de carneros, porque la rebelión…” (Versos 22-23).

 

Nosotros necesitamos entender eso, ¡porque la rebelión puede venir con algo que se mira muy bien! ¡Pero sigue siendo rebelión! ¡Es por eso que nuestro estándar debe de ser las palabras de Dios!

 

·             No nuestros pensamientos, sino los pensamientos de Dios

·             No a nuestra manera, sino a la manera de Dios

 

Verso 23: “Porque rebelión es como el pecado de brujería, y terquedad es como iniquidad e idolatría… [Noten lo que Samuel le dijo a Saúl]… Porque has rechazado la palabra del SEÑOR, ¡Él también te ha rechazado de ser rey!

 

¡No pasó al instante! Así que, otra lección para aprender: si la corrección de Dios no viene de manera instantánea, no pensemos que todo está bien, ¡porque viene más tarde, en el tiempo de Dios! Probablemente en una manera que no esperamos. “…Porque has rechazado la palabra del SEÑOR, ¡Él también te ha rechazado de ser rey!

 

¡Apliquemos esto a nosotros en lo concerniente a entrar en el Reino de Dios! ¡Grandes lecciones!

 

Verso 24: “Y Saúl dijo a Samuel, “He pecado, porque he desobedecido el mandamiento del SEÑOR y tu palabra porque temí al pueblo y obedecí su voz. Y ahora por favor perdona mi pecado y vuelve conmigo de modo que pueda adorar al SEÑOR.” Y Samuel le dijo a Saúl, “No volveré contigo, porque has rechazado la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha rechazado de ser rey sobre Israel.” Y como Samuel se giró para salir, Saúl se aferró de la falda de su túnica, y la rasgó. Y Samuel le dijo, “El SEÑOR ha rasgado el reino de Israel de ti este día, y lo ha dado a un prójimo tuyo quien es mejor que tú.”” (Versos 24-28). ¡Asombroso! ¿No es esto interesante?

 

 

REY DAVID

 

¿Qué sucedió? ¡Dios escogió a David! (1ª Samuel 16). Luego David se convirtió en asistente de Saúl. Había odio de parte de Saúl hacia David, porque él podía ver que David era aquel quien iba a tomar su trono. Así que, hubo una riña entre Saúl y David por un periodo de tiempo prolongado.

 

Saúl y su hijo mueren en batalla, y David se convierte en rey. No pasó todo al mismo tiempo. Primero reinó sobre Jerusalén, y luego los líderes de las diez tribus vinieron a Jerusalén y hablaron con David.

 

2ª Samuel 5:1: “Y todas las tribus de Israel fueron a David, a Hebrón, y hablaron, diciendo, "He aquí, nosotros somos tu hueso y tu carne. También en tiempo atrás, cuando Saúl era rey sobre nosotros, tú eras quien guiaba a Israel a la guerra y los volvías a traer. Y el SEÑOR te dijo, ‘Tú alimentarás a Mi pueblo Israel, y serás un pastor sobre Israel.’” Y todos los ancianos de Israel fueron al rey en Hebrón. Y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR. Y ellos ungieron a David rey sobre Israel.” (Versos 1-3) — ¡Sobre todas las 12 tribus!

 

David peleó buenas guerras, muchas buenas batallas; él era fiel, sirvió a Dios y luego encontramos el relato en donde David estaba pensando acerca de construir una casa o templo para Dios.

 

2ª Samuel 7:1: “Y sucedió cuando el rey vivía en su casa, y cuando el SEÑOR le había dado descanso de todos sus enemigos alrededor, El rey le dijo a Natán el profeta, “Mira ahora, yo vivo en una casa de cedro, pero el arca de Dios vive dentro de cortinas.”” (Versos 1-2).

 

Él tenía el Arca de Dios en un lugar especial en su casa el cual era como una tienda con cortinas. Asaf era el Sumo Sacerdote y los otros levitas estaban con él.

 

Verso 3: “Entonces Natán le dijo al rey, “Ve, has todo lo que está en tu corazón, porque el SEÑOR está contigo.” ¡Vaya declaración! ¿No es así?

 

Piensen en eso por un minuto y piensen en lo que hizo David. Después de haber obtenido esta gran bendición de seguir adelante con los planes de construir una casa para Dios, aunque no él personalmente, sino un hijo de él que saldría de sus entrañas.

 

Verso 4: “Y sucedió esa noche que la palabra del SEÑOR vino a Natán diciendo, “Ve y dile a Mi siervo David, ‘Así dice el SEÑOR, “¿Me construirás una casa para Mi vivienda? Porque no he vivido en una casa desde el día que saqué los hijos de Israel de Egipto hasta este día, sino he caminado en una carpa, y en un tabernáculo. En todos los lugares en los cuales he caminado con todos los hijos de Israel…’”’ (Versos 4-7).

 

¡Dios habitando con ellos! ¡Lo que él hizo fue poner el ‘Shekinah’ en el lugar Santísimo!

 

“… ¿hablé Yo una palabra con alguna de las tribus de Israel, aquellos a quienes ordené alimentar a Mi pueblo Israel, diciendo, ‘¿Por qué no Me construyen una casa de cedro??’”’ (Verso 7). ¡No, Él no hizo eso!

 

Aquí Dios bendijo a David y dijo, ‘Lo voy a hacer, aunque no lo he hecho antes hasta el día de hoy.’ ¡Esto es algo asombroso!

 

Verso 8: “Ahora por tanto, así dirás a Mi siervo David, ‘Así dice el SEÑOR de los ejércitos: “Te tomé del redil, de seguir las ovejas, para ser príncipe sobre Mi pueblo, sobre Israel. Y estuve contigo donde quiera que fueses y he cortado todos tus enemigos de tu vista, y te he hecho un gran nombre como el nombre de los grandes en la tierra. Más aun designaré un lugar para Mi pueblo Israel, y los plantaré para que puedan vivir en un lugar de su propiedad, y no se moverán más…”’” (Versos 8-10).

 

Esa es una profecía acerca de enviarlos a lo que ahora conocemos como Europa y Reino Unido. ¡Pero mucho tiempo después de esto que leemos!

 

“…Tampoco los hijos de maldad los afligirán más, como antes.” (Verso 10). ¡Eso hace referencia al Milenio! 

 

Verso 11: “E incluso desde el tiempo que ordené jueces para estar sobre Mi pueblo de Israel, así te haré descansar de todos tus enemigos. El SEÑOR también te dice que te hará una casa. Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, Yo estableceré tu semilla después de ti quien saldrá de tus lomos. Y haré su reino seguro. Él construirá una casa para Mi nombre, y Yo estableceré el trono de su reino para siempre. Seré para él como un padre, y él será para Mí como un hijo. Si comete iniquidad, lo castigaré con la vara de hombres, y con los azotes de los hijos de hombres. Pero Mi misericordia no lo dejará, como la tomé de Saúl a quien deseché delante de ti. Y tu casa y tu reino serán asegurados para siempre delante de ti. Tu trono será establecido para siempre.”’” (Versos 11-16).

 

Esa es otra larga historia, pero es verdad, ¡sí sucedió!

 

Verso 17: “De acuerdo a todas estas palabras, y de acuerdo a toda esta visión, así Natán habló a David. Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR. Y dijo, “¿Quién soy yo, Oh Señor DIOS? ¿Y qué es mi casa, que me has traído aquí? Y esto fue aún una cosa pequeña a Tu vista, Oh Señor DIOS. Sino también has hablado de la casa de Tu siervo para un buen rato por venir. ¿Y es ésta la manera de los hombres, Oh Señor DIOS? ¿Y qué más puede decirte David?  Porque Tú, Oh Señor DIOS, conoces a Tu siervo. Por amor a Tu palabra, y de acuerdo a Tu propio corazón, has hecho todas estas grandes cosas para que Tu siervo sepa.”” (Versos 17-21). ¡Entonces David bendijo a Dios!

 

Uno pensaría que, con eso, y con la gran promesa que fue dada a David, David se aseguraría de seguir a Dios, se aseguraría de ser justo, que, como dijo Dios, tendría descanso de sus enemigos.

 

¿Pero qué fue lo que hizo después de esto? ¡Tuvo un amorío con Betsabé! Mató además a su esposo Urías el Heteo en una batalla contra el pueblo enemigo.

 

El castigo de eso fue, que la propia casa de David se volvió contra él por el resto de su vida. Entonces, hubo una rebelión entre sus propios hijos acerca de quién tomaría el trono. Ese fue un tiempo terrible para David. Fue reprendido por todos en el reino, ¡porque ellos sabían que él había pecado contra Dios en su amorío adúltero con Betsabé!

 

Ellos sabían, y Joab el general, él sabía todos los problemas dentro de la familia real. Pero incluso a pesar de todo esto, ¡Dios guardó Su palabra! Él dejó que Salomón, el hijo de David, se convirtiera en rey y construyera el templo.

 

Terminaremos aquí, ¡y continuaremos con el tema mañana! ¡Hay muchas más lecciones para que aprendamos! ¿Qué es lo que va a suceder en el Milenio cuando todo esté bien y en calma, y todo esté gloriosamente bien por 500 años?

 

·             ¿Qué va a hacer la gente?

·             ¿Cómo vamos a responder nosotros?

·             ¿Cómo vamos a juzgar y a gobernar?

 

Todas esas son preguntas que necesitamos contestar y buscar en la Palabra de Dios. Pero el resumen de todo esto es que para que nosotros podamos estar en el Reino de Dios, y para que nosotros podamos ayudar a construir el Reino durante el Milenio ¡el Reino de Dios bajo Cristo! — nosotros tenemos que aprender las lecciones de amor, verdad y de humildad, y servir a Dios y estar viviendo por toda la Palabra de Dios. ¡Sólo observen cuánto se pierden los protestantes al decir que no tenemos que seguir nada de lo que dice el Antiguo Testamento!

 

Miren cómo esto nos ayuda a prepararnos para el Reino de Dios que está por venir. Que debemos de vencer la naturaleza humana de la manera en la que Dios quiere que lo hagamos, para cuando seamos resucitados y cambiados de carne a espíritu, ¡esa será una cosa grande y muy muy gloriosa!

 

 

Referencias Bíblicas:

 

1)           Juan 17:13-23

2)           1 Corintios 12:1-13

3)           Éxodo 25:8

4)           Éxodo 40:33-34

5)           Números 9:1-4

6)           Jueces 2:7-16

7)           1 Samuel 8:1-10

8)           Deuteronomio 17:14-19

9)           Juan 6:45

10)        Deuteronomio 17:19-20

11)        1 Samuel 10:18-21, 24-25

12)        1 Samuel 15:1-11, 13, 15-28

13)        2 Samuel 5:1-3

14)        2 Samuel 7:1-21

 

Escrituras a las cuales se hizo referencia:

 

·             Mateo 6; 25

·             Apocalipsis 2; 3

·             Éxodo 21-24

·             Números 1-8

·             Levítico 23

·             Números 14

·             1 Samuel 10

·             Éxodo 19

·             Apocalipsis 20

·             Jeremías 18

·             1 Corintios 10

·             1 Samuel 16

 

También se hizo referencia al folleto:

‘¿Es el Ministerio el Gobierno de Dios?’ (Is the Ministry the Government of God?) por Fred R. Coulter

 

 

 

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